El reequipamiento es una opción acertada para las empresas que desean conservar el control de todos sus sistemas intralogísticos. Como estos sistemas suelen estar interconectados, la armonización tecnológica es aún más importante para responder a los retos de productividad y limitar el riesgo de tiempos de inactividad.
Todos los expertos coinciden en la necesidad de una cadena de suministro más flexible ante el aumento de la competencia y un clima económico impredecible. Quieren aprovechar al máximo sus instalaciones existentes, con una inversión controlada y un rápido retorno de la inversión.
Hoy en día, las empresas tienen la obligación de anticiparse para evitar los riesgos que un sistema envejecido puede suponer para toda la cadena de suministro: pérdida de eficacia, interrupciones de la actividad, elevados costes de mantenimiento, etc. En lugar de sufrir, los directivos optan por modernizarse, normalmente por etapas sucesivas, con un impacto mínimo o nulo en la producción.
Por último, los directivos recurren a soluciones acordes con su política de RSE, que desempeña un papel central en sus estrategias de ventas y de I+D. Adaptabilidad y la adaptabilidad y la sobriedad energética son esenciales para resistir a largo plazo la carrera tecnológica impuesta por la competencia.